Comentario
Desde los años cincuenta los cambios experimentados en los fenómenos demográficos reflejan una población que abandona aceleradamente el campo para trasladarse a las ciudades o a países extranjeros. Ello supuso una profunda intensificación del fenómeno urbanizador, así como una variación de la estructura sectorial de la población activa, pasando en poco tiempo de ser un país rural a otro urbano, y de tener una economía de base agrícola a otra industrial y de servicios. Lo que llama la atención de los citados cambios es la aceleración con que se llevan a cabo.
Las transformaciones habidas posibilitaron una variación en la estructura de clases. Si bien se mantuvo con escasa evolución el bloque de propietarios, se incrementó el de los asalariados, lo cual favoreció la formación de una nueva clase media partidaria del cambio político. Pero junto a ello, y pese a los innegables avances en la educación, sanidad y vivienda, seguían produciéndose diferencias sociales que originaban desigualdad en las oportunidades y una escasa movilidad social. En todo caso, mientras que en educación y en sanidad los pasos fueron más firmes, en política de vivienda se avanzó poco, convirtiéndose en uno de los elementos más definidores de las desigualdades sociales.
El nivel de vida de los españoles mejoró en estos años, variando sus pautas de consumo (acceso a electrodomésticos, coche utilitario...), pero en cambio se mantuvo la desigualdad de la renta. En su conjunto, la población se vio beneficiada de la prosperidad económica; sin embargo, debido a la política del Régimen no se afrontaron, en una coyuntura propicia, las reformas estructurales necesarias para aminorar dichas desigualdades.
Estos cambios, de indudable importancia, junto con las transformaciones económicas, sentaron las bases para proceder, una vez muerto Franco, al cambio político, sin tener que recurrir a transformaciones radicales que lo hubieran dificultado, ya que no se podía mantener a una población urbana y mesocrática en una minoría de edad política de forma permanente.